«La gratitud puede hacer tu vida más feliz y satisfactoria»
Martin Seligma, psicólogo y escritor, principal representante de la Psicología Positiva.
Las investigaciones efectuadas desde la Psicología Positiva han ofrecido datos sobre la asociación positiva de la gratitud con conductas prosociales, emociones positivas, satisfacción con la vida, el optimismo, la esperanza, vitalidad y percepción subjetiva de felicidad (McCullough, Emmons y Tsang, 2002). A la vez que nos protege de desarrollar alteraciones psicológicas como la depresión, la ansiedad o el consumo de sustancias, como reseñan Bono y McCullough (2006).
La gratitud, o la capacidad de ser agradecidos, nos permite reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, buenos, aquello que nos ha beneficiado de algún modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia (Peterson y Seligman, 2004; Emmons, 2007).
Cuando reconocemos todo lo que somos y tenemos, nos hacemos consciente de ello, nos sentimos afortunados y eso aumenta nuestra capacidad de acción.
Esta actitud de agradecer no se limita solo a cuando las cosas salen como uno desea, sino incorporarlo como un habito de vida va a transforma nuestra percepción del mundo, cambiando nuestra mentalidad de insuficiencia por otra mentalidad de satisfacción, ya que nos centramos en lo que sí tenemos y no en lo que nos hace falta.
Lo bueno es que esta fortaleza personal es una habilidad que se puede desarrollar fácilmente practicando unos minutos al día. Estas son algunas ideas para comprobar en ti los beneficios de esta práctica:
- Mira por la ventana o sal a la calle y encuentra algo que aprecias.
- Proponte decirle todos los días a tu pareja o a una persona amiga algo que aprecias de ellos.
- Escribe una carta a alguien a quién estás agradecido.
- Elabora una lista con los nombres de las personas a quienes tienes algo que agradecer..
- Llama a una persona para darle las gracias por los buenos momentos.