«No es lo que sucede lo que determina nuestra vida, sino más bien lo que hacemos con lo que sucede»
Marquier, 1998
La queja es un fenómeno tan común que nos hemos familiarizado con ella y hasta nos parece de lo más normal. De manera que no siempre nos damos cuenta de ella y podemos pasar tiempo manteniendo conversaciones sobre «si no me gusta el tiempo que hace», «lo poco que colabora mi pareja», «lo irrespetuosos que son los demás vecinos», «lo fácil que sería solucionar algo y la otra persona no lo ve»….
Esta actitud de quejarse ante lo que sucede no es un rasgo permanente de la personalidad, sino que está relacionado con programaciones mentales, hábitos adquiridos que llevan a la persona a percibir de esa manera negativa la realidad. Cuando actuamos desde este tipo de patrones mentales, sufrimos mucho, ya que afloran sentimientos de impotencia ante la vida y el deseo de que los demás sean diferentes o las circunstancias cambien.
Annie Marquier, directora del Instituto para el Desarrollo Personal en Canada, tiene una teoría muy bonita sobre este tema. Esta licenciada en matemáticas, participó en la creación de la comunidad internacional de Auroville, de la que te hemos hablado en otra entrada, estudió yoga y Psicología, y nos propone para abandonar la queja el «principio de responsabilidad». Este concepto viene a ser similar a otro muy utilizado en el ámbito de la Psicología laboral, la Proactividad, ambos nos recuerdan nuestra libertad para elegir como queremos actuar ante cualquier situación.
«La Responsabilidad es la capacidad para elegir libremente nuestras respuestas»
Marquier nos habla de dos formas de percibir la realidad:
- Desde el victimismo: Responsabilizando a los factores externos de lo que ocurre y poniendo el control de nuestro bienestar fuera de nosotros (en como los demás se comportan, el tiempo que hace,…)
- Desde la responsabilidad: sintiéndonos responsables de nuestra propia manera de percibir la realidad.
¿Que significa ser responsable?
Implica estar enfocado en las consecuencias de nuestras acciones, tomar el control de nuestro bienestar. Poder decidir como queremos vivir, es un derecho del ser humano, aunque a veces genere miedos e incertidumbres. Al actuar desde esta responsabilidad cambiamos la forma de mirar la vida, si algo no nos gusta o no funciona en lugar de quejarnos y esperar que los astros se alineen a favor nuestro, nos enfocamos en lo que podemos hacer, pensando que lo que determina la vida no es lo nos sucede, sino lo que decidimos hacer con aquello que nos sucede.
Asumir que somos responsables de nuestro estado interior, de nuestro bienestar y así poder decidir desde donde responder a las situaciones, si desde la ira y la queja, o desde la calma y la apertura.
¿Que puedes hacer para salir de la queja y cultivar la responsabilidad?
- Date cuenta de lo que sucede en el momento presente. ¿Qué pensamientos surgen cuando te quejas?, ¿qué sentimientos le acompañan?, ¿en que parte del cuerpo se refleja esa emoción?
- Aprende a regular las propias emociones, no supone reprimirlas ni identificarte con ellas. Una vez que seas conscientes de un patrón emocional y mental con el que respondes frente a la vida, tendrás la posibilidad de elegir tus reacciones internas frente a las situaciones que se presenten.
- Cultiva el pensamiento que te recuerda, que dentro de ti mismo tienes toda la fuerza y el poder para crear tu vida como deseas.
- Cuando te descubras quejándote, pregúntate ¿qué puedo aprender de mi mismo en esta situación?